El hombre, varón o mujer, es un ser social y religioso. Social porque para vivir requiere relacionarse con sus semejantes. Es religioso porque el mundo que contempla y él mismo no son producto del “azar” sino de un Ser Creador, del Cielo, la Tierra y de cuanto existe en el Universo.
Este sentido religioso le induce a crear “dioses”, como Saturno, Júpiter Martes, o diosas como Cibeles y astros como el Sol. Aparecieron “dioses” como Buda o Alá.
Al llegar la “plenitud” de los tiempos, la plena Luz, nació en Belén de Judá Jesús de Nazaret.
Jesús de Nazaret hijo según la carne de su Madre la Virgen María e Hijo de Dios según la Divinidad, trabajo como carpintero en Nazaret durante 30 años y predico la Buena Nueva. Reveló de dónde venimos y a donde vamos
La doctrina cristiana no es un libro, como el Corán, ni una ideología, como la marxista, es un modo de vivir.
Nacemos para vivir un tiempo en la tierra y morir para pasar del tiempo a una eternidad de gloria o condenación.
Lo escrito es una introducción a las “Greguerías”.
(Las greguerías son textos breves semejantes a aforismos, que generalmente constan de una sola frase expresada en una sola línea, y que expresan, de forma aguda y original, pensamientos filosóficos, humorísticos, pragmáticos, líricos, o de cualquier otra índole. Se considera un género creado por Ramón Gómez de la Serna.)
Enemigos de la Fe y por tanto contra los que hay que luchar son: ateísmo, agnosticismo, relativismo, nihilismo e indiferentismo.
El Ateísmo que niega la existencia de Dios
El Agnosticismo declara inaccesible el conocimiento humano de la existencia de Dios
El Relativismo considera que no existen verdades absolutas. Incurre así en contradicción al establecer la propia negación como una verdad absoluta.
El Nihilismo niega todo principio religioso. Esta negación es religiosa
El Indiferentismo religioso no adopta ni combate doctrina religiosa alguna
Para contrarrestar estos planteamientos tan extendido en este tiempo hemos de recibir información doctrinal mediante la lectura del Catecismo de la Iglesia, leyendo y considerando los Santos Evangelios, que son normas de recto comportamiento, comunicándonos con amigos o parientes que tengan mayor formación,
Todos estos planteamientos carecen de la trascendencia, es decir, de la permanencia más allá de esta vida.
El hombre es portador de valores eternos.
El hombre no es un pitillo que se fuma y se esfuma, ya que tiene espíritu que no perece.
El hombre vive con ilusiones por alcanzar una meta y sin amores no es vida.
Aman los hijos a sus padres, aman los padres a sus hijos, aman los esposos a sus congéneres, ama el hombre a su Dios Creador.
Amando se agrada. Ser agradecido es bien nacido
Ánimo pues, que la victoria nuestra es.
“Mi ilusión descansa en la esperanza del eterno encuentro”
Agrego a las Greguerías:
El Ateísmo que niega la existencia de un Dios-Creador ¿Cómo explica la Creación?
¿Se puede imaginar que la atmósfera, la tierra, el sol han surgido sin más ni más?
¿Es que la nada puede dar algo?
El término Agnosticismo afirma que es inaccesible para le mente humana la existencia de Dios.
Desde luego no podemos explicarnos la existencia del SER SUBSISTENTE, del Principio sin Principio y sin Fin, es decir el infinito
El Relativismo que considera la inexistencia de verdades absolutas, ¿Cómo, tan rotundamente, afirma que no hay verdades absolutas?
El Nihilismo niega todo principio religioso, es decir, niega la existencia de un Ser Supremo al que se debe reconocer como Dios y por tanto procurar relacionarse con Él, “la religión”
El Indiferentismo religioso que ni adopta ni combate ninguna doctrina religiosa, viene a considerar que todas son iguales. Lo que equivale a admitir la existencia de distintos dioses.
Si se admite que hay varios es como decir que ninguno es verdadero Dios.
Se dice que el hombre no es capaz de conocer la existencia de Dios. Esto lo pueden pensar los no cristianos, ya que Dios-Hijo, asumió la naturaleza humana para “como hombre” enseñar al hombre lo que es el hombre
Quizá no nos afecten estos planteamientos, pero nos afecta plantearnos el “sentido de nuestra vida” con miras a unas metas
No tiene sentido “una vida sin sentido”
Sentido acertado es el que nos dirige a buenas metas
Buenas y muchas pueden ser las metas, pero además de buenas deben tener un valor permanente.
Valor verdaderamente permanente es el trascendente, es decir, que permanece en el “tiempo sin tiempo”
Este “tiempo sin tiempo”, verdad escatológica, nos presenta campos sin horizonte u horizonte en el infinito
Los hombres tenemos lógicas ambiciones, que alcanzadas nos satisfacen pero no saturan
La trascendencia sacia sin saciar
Las vueltas y revueltas sobre este tema no es porque “dude, sino porque me fascina”.
Lo que a mí me ilusiona no puedo dejar de escribirlo y así leyéndolo recordarlo
El hombre tiene cuerpo de materia y espíritu de persona
Es decir, tiene vida corporal y vida espiritual
Por tanto debe cuidar las dos vidas Así como el cuerpo hay que cuidarlo llevando sana vida y alimentarlo con buenas comida y sanarlo con medidas puestas por el médico, el espíritu requiere ser cuidado llevando recto comportamiento, alimentarlo con buenas lecturas y consideraciones y sanarlo con sacramentos administrados por el clérigo