- Escrito por: Fco. Javier Barandiarán Allende
La Exhortación apostólica “Evangelii Gaudium”, sobre el anuncio del Evangelio en el mundo actual, está dividida en cinco capítulos: La transformación misionera de la Iglesia / La crisis del compromiso comunitario / El anuncio del Evangelio / La dimensión social de la evangelización / Evangelizadores en espíritu.
He aquí algunos de sus puntos y frases o párrafos, que más me han llamado la atención.
Capítulo primero.
Una Iglesia en salida. En la palabra de Dios permanece permanentemente este dinamismo de salida que Dios quiere provocar en los creyentes... Todos somos llamados a esta nueva “salida misionera “La alegría del Evangelio que llena la vida de la comunidad de los discípulos es alegría misionera.
Involucrarse, acompañar, fructificar y festejar. La Iglesia en salida es la comunidad de los discípulos misioneros que se involucran, que acompañan, que fructifican y que festejan. La evangelización ha de tener mucho de paciencia.
- Escrito por: Fco. Javier Barandiarán Allende
En el Símbolo de los Apóstoles leemos:
Creo en el Espíritu Santo,la IglesiaCatólica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de los muertos y la vida eterna. Amén.
Comunión supone reunión o al menos relación.
Santos son los justos, que gozan en la Gloria, no son santos los justos que peregrinan en la tierra.
Párrafos De “Meditaciones catequistas” de una Religiosa Operaria Doctrinera:
Relacionadas están las iglesias triunfante, purgante y militante.
- Escrito por: Fco. Javier Barandiarán Allende
Lumen Dei, Luz de Dios, son rayos que no ciegan sino que iluminan la existencia, mediante la Creación, con “mociones” e “Inspiraciones”, o con la luz que envolvió a Saulo en su camino a Damasco.
La Creación en sus Galaxias, con el Sol y la Tierra y cuanto en ella se encierra, son Luces de Dios.
Las “mociones” y las “Inspiraciones” son como chispas que iluminan el camino a seguir por quien las ha recibido.
Esto es lo que le ocurrió a Saulo.
Muchos santos fueron llamados a seguir un camino según una “moción” o una “inspiración” acorde con las reglas de una “Fundación”
Así tenemos a:
Domingo y los “Dominicos”
Benito y los “Benedictinos”
Francisco de Asís que fundó los Franciscanos
Ignacio de Loyola fundador de la Compañía de Jesús.
- Escrito por: Fco. Javier Barandiarán Allende
La encíclica Humanae Vitae goza de una actualidad permanente al tratar de temas tan importantes como la "transmisión de la vida", "naturaleza y la finalidad del acto matrimonial", de las "vías ilícitas para la regulación de los nacimientos", de la "licitud del recurso a los períodos infecundos" y de las "graves consecuencias de los métodos de regulación artificial".
La transmisión de la vida.
El gravísimo deber de transmitir la vida humana ha sido siempre para los esposos, colaboradores de Dios, fuente de grandes alegrías aunque a veces acompañadas de no pocas dificultades y angustias.
El desarrollo demográfico, las condiciones de trabajo y de vivienda hacen hoy día difícil el mantenimiento adecuado de un número elevado de hijos y se recurre a “regular la natalidad”.
- Escrito por: Fco. Javier Barandiarán Allende
Los Dones el Espíritu Santo son:
Sabiduría, Entendimiento, Ciencia, Consejo, Fortaleza, Temor de Dios y Piedad. (SAP, EN, CIN, CO, FOR, TE, PIE).
Ciencia es el Don que nos permite apreciar como conviene los acontecimientos de este mundo, especialmente los que son para nosotros ocasión de sufrimiento y de pena.
El Don de Consejo, perfecciona la virtud de la Prudencia, permite discernirse como por instinto lo que hay que hacer o no hacer. No pueden escuchar el Espírito de Consejo quienes todo y pronto lo juzgan, considerándose infalibles.
El Don de Entendimiento, o de Inteligencia, permite al alma captar y penetrar, como por intuición, determinados misterios de nuestra fe o, el sentido profundo de una palabra pronunciada por nuestro Salvador o inspirada por el Espíritu Santo.
El Don de Sabiduría es una disposición natural de la inteligencia que la inclina a no estimar más que a Dios y lo que de algún modo interesa a la gloria de su Nombre.
El Don de Piedad es una disposición sobrenatural del alma que la inclina a comportarse en sus relaciones con Dios como un niño con su padre.
El Don de Fortaleza implica prontitud de decisión, generosidad en el esfuerzo y perseverancia a pesar de las dificultades.
El Don de Temor de Dios es el temor de ofender a Dios y un deseo ardiente de hacer en todo Su Voluntad.
- Escrito por: Fco. Javier Barandiaran Allende
En esta obra, el Joseph Ratzinger, Benedicto XVI, recoge la “infancia de Jesús” presentada por diversos exégetas.
Exégetas son estudiosos e intérpretes de la Sagrada Escritura
He aquí el enunciado de sus capitulos:
-¿De dónde eres tú?
-Anuncio de los nacimientos de Juan Bautista y de Jesús
-Anunciación a Maria. ¿Signo o verdad histórica?
-Nacimiento de Jesús y su presentación en el Templo
-Los Magos de Oriente y la huida a Egipto
-¿Quiene eran los Magos? La Estrella
-Huida a Egipto y retorno a la tierra de Israel
-Jesús en el Templo a los doce años.
Me llama la atención especialmente el encuadre en la Historia de los años de Jesús
A la pregunta de Pilato ¿De dónde eres tú?
- Escrito por: Fco. Javier Barandiaran
Las reflexiones son semejantes a las flexiones de una articulación. Ese agacharse y levantarse, una y otra vez, robustece la articulación.
Reflexionar sobre la fe la hace más consciente. El creyente católico no tiene dudas de fe, pero bueno le será fortalecerla. Para ordenar estas reflexiones acertado es servirse del Catecismo de la Iglesia, en su primera parte La profesión de la fe.
La fe es la primera de las tres virtudes teologales: fe, esperanza y caridad. Por la fe tiene sentido la esperanza y es el motivo de la caridad.
“Creo en solo Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y la tierra, de todo lo visible y lo invisible”. Si no fuera “uno solo”, si hubiera varios dioses, ninguno seria todo. Si no fuera “todopoderoso” no sería Dios.
“Creador del cielo y la tierra, de todo lo visible y lo invisible”. Es de razón recurrir a un Creador de todo el Cosmos. Nada hay sin autor.
Ese alguien es el SER SUBSISTENTE, SIN PRINCIPIO, NI FIN.
“Creo en un solo Señor, Jesucristo, Hijo único de Dios., nacido del Padre, engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho y que por nuestra salvación bajó del cielo, y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen,