ad sidera visus

En este escrito reúno algunos de los puntos que presenta el “Sumario” de la Encíclica Populorum progressio firmada, el 26 de  marzo de 1967, por el Papa Pablo  VI.

Esta Encíclica es un llamamiento en pro del desarrollo integral del hombre y del desarrollo de la humanidad.

Parte primera

El desarrollo integral del hombre.

 

I. Los datos del problema

Los pueblos quieren, además de la independencia política, la independencia económica

La economía moderna, lejos de atenuar, agranda la disparidad de los niveles de vida de los pueblos.

Las disparidades se dan también en el ejercicio del poder político cuando éste queda en manos de minorías oligárquicas.

Para muchos pueblos el dilema es: o conservar la tradición renunciando al progreso, o abrirse a lo nuevo, repudiando lo antiguo.

II. La Iglesia y el desarrollo

La Iglesiaha promovido siempre la elevación humana de los pueblos.

La Iglesia, que  no se identifica con la comunidad política, quiere ayudar al desarrollo pleno de los pueblos.

El desarrollo, si es auténtico, tiene que ser completo: de todo hombre y de todos los hombres.

La solidaridad universal es un deber.

Este crecimiento personal y comunitario exige el respeto a la escala objetiva de los valores

III. Acción que debe emprenderse

La tierra entera es para el hombre; por lo cual; todo hombre tiene derecho a encontrar en ella cuanto necesita para su subsistencia y su progreso

La propiedad privada no es un derecho incondicional y absoluto. Debe respetar siempre la utilidad común de los bienes. En caso de conflicto entre aquéllos y ésta, el poder público tiene que intervenir. El bien común puede exigir la expropiación cuando la propiedad privada obstaculice la prosperidad colectiva.

La renta disponible no puede quedar libre al capricho de su titular

La industrialización es al mismo tiempo índice y factor del desarrollo por las ventajas que acarrea. Sobre la industrialización se ha montado un capitalismo desenfrenado, llamado el “imperialismo internacional del dinero”.

El trabajo es actividad ordenada por el Creador. El trabajo suscita y descubre la fraternidad

El trabajo organizado deshumaniza cuando no respeta la libertad y la inteligencia del trabajador

La mejora de  la realización del trabajo debe ser progresiva, sin romper el indispensable equilibrio. La tentación de remediarlas por la violencia no soluciona el problema, sino que lo empeora

La planificación es necesaria  La sola iniciativa individual no basta.

Al poder público le corresponde establecer programas, recabando iniciativas privadas

Hay que huir de la colectivización total y de la planificación arbitraria.

La razón de ser de todo plan de desarrollo  es el servicio de la persona humana, que incluye tanto el progreso social como el crecimiento económico

Es el hombre, como persona, el que tiene que dar sentido y orientación a la economía y a la técnica.

El  primer objetivo de un plan de desarrollo es la educación básica.

La familia es punto de convergencia de las generaciones y de armonía entre la persona y la sociedad

Las organizaciones profesionales pueden ayudar al desarrollo de la persona. Igualmente pueden hacerlo las instituciones culturales

Hay que promover un humanismo nuevo abierto a lo trascendente.

El hombre no es en sí mismo norma última de los valores

Parte segunda

El desarrollo solidario de la humanidad

I. Asistencia a los pueblos débiles

El hambre sigue asolando en Continentes enteros.

Hoy los pueblos ricos tienen gravísimos deberes que cumplir.

El deber de solidaridad de las personas es deber también de las naciones

Lo superfluo de los países ricos debe servir a los países pobres.

La situación exige programas concertados de acción conjunta, no meras ayudas ocasionales

Hace falta un fondo mundial, no solo para la lucha inmediata contra la pobreza, sino para el desarrollo de todos los pueblos.

Es indispensable el diálogo entre los pueblos para organizar este desarrollo solidario

II. La justicia social en las relaciones comerciales

La ayuda a los países pobres no debe quedar por el juego de las relaciones comerciales entre países ricos y países pobres

Los requisitos para la justicia del contrato de salario a nivel individual sigue siendo válida también en lo referente a los contratos internacionales del comercio

La justicia social que en esto se establezca una cierta igualdad de oportunidades

Otros obstáculos que se oponen a este deber de solidaridad universal son los nacionalismo y el racismo

III. La caridad universal

El mundo padece la falta de fraternidad a escala individual y colectiva.

Incumbe a los países que reciben a extranjeros el deber de la hospitalidad humana y cristiana

Es exigencia del deber general de solidaridad

Llamamiento final

El camino de la paz  pasa por el desarrollo.

El mundo se encuentra en un lamentable vacio de ideas, (yo diría, de ideales).

El desarrollo no está en la riqueza egoístamente buscada, sino en la economía puesta al servicio del hombre.

Escrito, compuesto el 9 de junio de 2.009,. completa los resúmenes de los documentos del Magisterio sobrela DoctrinaSocialdela Iglesia, como son:
Rerum novarum; Quadragésimo anno; Octogésima adveniens; Laborem exercens