ad sidera visus
La Última Cena. Lienzo. 80 x 149 cm. Museo del Louvre. París. Francia. Obra de Philippe de Champaigne
La Santa Cena fue la primera Santa Misa, una y otra son la actualización, incruenta, del mismo Sacrificio de la Cruz.

Ahora bien, en la Santa Misa apreciamos un acusado paralelismo con la Santa Cena, unas palabras antes de comenzar la Cena, una bendición del pan y del vino, una consagración del pan y del vino y un “tomar y comer, éste es mi cuerpo” y un “tomad la copa y bebed, esta es mi Sangre”, que será derramada por la salvación de todos y despedida final Ite Misa est.

En la Santa Misa no vemos a Jesús en la Cruz, ni a la  Virgen al pie de la Cruz.

En el Sacrificio de la Cruz, como en la Santa Misa los hombres somos encomendados a la Santísima Virgen

En la Santa Cena Jesús ofreció el pan y el vino, los consagró asumiéndolos sacramentalmente y las entregó a los Apóstoles y a todos los hombres´

En la Santa Misa el sacerdote, in personae Christi, ofrece los “dones”, los bendice, los consagra, los consume y distribuye la Comunión. El Altar es la Mesa.

En la Santa Misa el Altar es la Mesa de la Santa Cena.

Resulta chocante que no se presente el paralelismo existente entre la Santa Cena y la Santa Misa.

 

(Tomado "Vivir la Santa Misa", escrito por el Prelado Javier de Echevarría)