La Gestióndel Bien Común es misión de los gobernantes. Ahora bien, el Bien Común tiene un campo tan amplio como son las actividades de los ciudadanos.
Es decir, labores de campo y ciudad; de enseñanza y sanidad; de empresas y trabajos; de economía y comercio; de turismo y descanso; de comunicación y transportes; y de tantos otros.
Estos campos, a su vez, abarcan variados aspectos.
Tan variados son que se precisa la especialización en cada uno.
El que mucho abarca poco aprieta.
Jornalero en todo, maestro de nada.
Necesaria es la profesionalidad para bien ejercer una profesión.
Por esta razón se han creado Escuelas y Academias.
Me sorprende que para una actividad tan vital como esla Gestióndel Bien Común no existe ninguna.
Leyes y Disposiciones están a merced del mejor entender y parecer del Gobernante de turno, con el respaldo de los Parlamentarios.
A fin de partir de un razonado fundamento los Gobernantes podrían recibir informes de los Centros de Estudios.
Se debería instaurar una “red” de Centros de Estudios, uno para cada actividad.
Para formar parte de estos Centros se exigiría presentar un lucido Curriculum vitae, y superar unas Oposiciones.
El personal cualificado de estos Centros, que están al margen de los vaivenes de la política, estudian profesionalmente y de forma continua los temas que les proponen.
Los Centros de Estudios son Instituciones del Estado y por tanto sus empleados serian Funcionarios.
La labor de estos Centros descargaría a los Ministerios del personal, que sin un particular y profundo estudio, ha de presentar un Plan de actuación o una nueva Ley.
No es competencia de estos Centros las Actividades que corresponde a Organismos propios y existentes, como la Escuela de Guerra, la de Administración del Estado, la Academia de la Lengua española, entre otras.