ad sidera visus

Transcribo párrafos de la obra que con este título escribió D. Gonzalo Fernández de la Mora."Discusión política" Emile Friant, 1889

La vida social contemporánea ha estado dominada por las ideologías. En los programas de los candidatos y de los gobernantes ha predominado el contenido ideológico. En amplias áreas de Occidente son consumidos torrentes de tinta para imprimir.

Las ideologías son factores de tensión social; pero vivimos una coyuntura de apatía política y de relajamiento. Las ideologías son patéticas y místicas; pero la política y la vida se están racionalizando. Las ideologías proliferan en los niveles culturales modestos.

 

Conviene acelerar el proceso de sustitución de las ideologías por las ideas concretas que suministran la ética y las ciencias sociales

Es un “deber ser” que emerge de “lo que es”. Hay centurias de efectiva Historia sin ideologías. Lo conveniente es la “ideocracia”, según ideas racionales exaltando lo más humano.

La “ideología” fue un helenismo puesto por Destrutt de Tracy que lo definió como “ciencia de las ideas”. Según su pensar las ideas se componen de sensaciones y de que el pensar equivale a sentir.

Balmes llamó “ideología pura” a aquella parte de la metafísica “que tiene por objeto el orden intelectual puro”.

La sociología del saber tiene por objeto el estudio del pensamiento en relación con el medio socio-económico en que se origina.

La ideología es una filosofía política simplificada y vulgarizada.

Es la versión popular y pragmática de un sistema de ideas.

Las ideologías no son realidades materiales sino mentales

Son una especie de ideas, ya que ni se puede pensar, ni se puede obrar racionalmente sin tener ideas.

Una ideología no es un conocimiento teórico, sino práctico.

Una ideología conduce a la ejecución de actos.

Las ideologías no son para las minorías, sino para las masas.

Hay una sacralización de las ideologías.

Parménides de Elea, padre de la metafísica, dividió su poema en dos cantos, correspondientes a las dos vías o modos de conocer:

El de la verdad o aletheia y el de la opinión o doxa.

La opinión es un conocimiento plebeyo

También en el núcleo de la filosofía platónica está la contraposición entre la doxa, cambiante, no inteligente, y la episteme, ciencia propiamente.

Aristóteles define la opinión como aquel “conocimiento que puede ser un saber o una ignorancia”.

La opinión no es una “fe”, no es una “creencia”.

En la opinión hay la sospecha de que lo opuesto puede ser verdad

La opinión se caracteriza por una pretensión de verdad y son muchos menos los que se retractan de una opinión que de un dato equivocado.

El hombre es un animal que piensa y la vida le sitúa a improvisar una solución conceptual, sin tiempo, sin luces  o sin fuerzas, para saber, se limita a opinar.

Como el vacio de una evidencia lo llena una opinión, el vacio de las ciencias sociales lo llena una ideología.

Hay una diferencia capital del saber entre la opinión y la ciencia

Las ideologías son un fenómeno relativamente moderno que nacen, crecen y fenecen.

La apatía política se pone de manifiesto con la abstención, es una manera de expresar la opinión.

El socialismo vira a estribor y el liberalismo a babor

Uno y otro carecen de ideales

La distinción entre la “autoridad” y el “poder “arranca de tiempos de Augusto en Res gestae, que no llegó a cristalizar en el Derecho romano.

Tomás de Aquino distingue entre el poder político, (potestas) y la capacidad de obrar o potencia (potentia).

Según Francisco de Vitoria “El poder es la autoridad de gobernar”. Según Maritain “El poder es la fuerza que permite obligar a otros, mientras que la autoridad es el derecho a mandar”.

Una religión es un modo humano de relacionarse con la divinidad, no implica una ética.

Con el crepúsculo de las ideologías alborea con nitidez  un renovado ideal que, propiamente no es imperialista, nacionalista, ni ideológico, sino que abarca a la entera Humanidad y se denomina “Desarrollo”.

En otra obra escribió Gonzalo Fernández de la Mora y Mon sobre la Patria y transcribo dos frases suyas en las que alienta los Ideales:

Patriotismo es el estilo de una empresa colectiva que demanda el esfuerzo colectivo de todos y ocasiones exige el deber en su tensión más heroico.

Lira que canta gestas y hazañas para inmortalizar las grandes proezas y a las grandes almas.

No es Patriotismo el apego sensual al terruño nativo, especie de raíces que a él se amarran. Eso es un instinto primario, que entra en la zona de lo vegetativo, confinándose en un rincón, origen de divisorias, antinomias y fronteras.

Gaita que canta fiestas internas