ad sidera visus
Nuestras visiones pueden ser de presencias reales o aparentes.

 

Si miramos la figura de una persona en una fotografía la presencia de esta persona es aparente o figurada.

Si miramos  a una persona que está al alcance de nuestra vista la presencia es real...

Si contemplamos el Pan Consagrado, Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad de Jesucristo Glorioso, su presencia es real, aunque no visibles por nuestros ojos sino que es apreciada porla Luzdela Fe.

Las apariencias, a veces, engañan pues no corresponden a la realidad. Hay quien aparenta ser sincero y es mentiroso; quien parece honrado y es ladrón; quien se las da de leal y  resulta traidor.

Recordar: “La traición es un triste privilegio de la lealtad”. No puede ser traidor quien no fue leal.

Las promesas, como las apariencias, a veces, engañan:

Hubo quien dijo: Puedo prometer y prometo que haré… y luego no lo haré.

Debemos aparentar lo que somos, no lo que quisiéramos ser.

Ser sinceros con uno mismo y con los demás.

No digamos te amo con toda el corazón cuando lo tiene otro amor.

La sinceridad es una virtud, hábito operativo bueno, y como tal debemos practicarla.