El término “trascendencia” es el dicho o el hecho en el tiempo, que tiene efecto en el “tiempo sin tiempo”, es decir, permanente. y de ahí su importancia.
Nosotros, con el tiempo, pasamos, pero nuestro actuar tiene efecto de “trascendencia”
No actuar por el rato pasar, sino por amar, no por lo que espero recibir, pues si lo que espero no recibiera, lo mismo que amo te amara.
El amor verdadero es gratuito y sin limitación en el tiempo.
Nuestro actuar hay que realizarlo no solo por la finalidad que tiene, sino también por su efecto de “trascendencia”.
El verbo trascender significa “acción con efectos posteriores”.
La “trascendencia” tiene efecto permanente.
Tenemos anhelos de felicidad perpetua y esa felicidad se encuentra en la “trascendencia”.
A la ocupación diaria, sea cual sea, por obligación o afición debemos además realizarla gustosamente como “imperativo de la divina Providencia”.
La divina Providencia da a cada uno en sus circunstancias unos deberes, nuestras obligaciones y haciendo lo que debemos cumplimos con nuestra misión
¡Que al fin de cada jornada podamos decir me he esforzado por cumplir la tarea del día!
Vivir con sentido de la “trascendencia” da futuro a la vida.