La Fe es un tesoro, ya que por la Fe el hombre alcanza, lo que con la razón no puede alcanzar. Por la Historia conocemos la figura histórica de Jesús de Nazaret, que con palabras y obras de hombre enseña al hombre lo que es “el hombre”.
El hombre es un ser que fue creado, como todo lo existente por un Creador. Solo el Ser Subsistente es capaz de dar “existencia”. El hombre fue creado con una naturaleza de materia cuerpo y otra no material espíritu. Por ese espíritu aspira a una completa e indefinida felicidad.
Por la razón la vida termina con la muerte. A este pensamiento se opone el espíritu, que como no materia, permanece. Esto viene poniéndose de manifiesto en los mausoleos y en las sencillas tumbas
Si las calaveras fueran como colillas de pitillos, se tirarían. ¿Qué sentido tiene guardar fotos y recuerdos de lo perdido? ¿A qué viene ir a funerales por quien no existe? ¿A qué viene un minuto de silencio por el reciente fallecido, sino es pedir por su estado actual?
Como la vida tiene un alcance transcendente, razón es plantearse la vida con miras al posible destino. Jesús de Nazaret es el Camino, la Verdad y la Vida. La doctrina cristiana no es un código de prohibiciones, sino una ética humana llena de agradecimiento, justicia y amor.
Menos escribir y más exponer