ad sidera visus

La espiritualidad trata del espíritu, así como la corporeidad del cuerpo.

En tiempos la espiritualidad se  asignaba a los monjes e incluso a los clérigos, es decir, excluyendo a los laicos.

Se observa hoy día una mentalidad laical que separa al ciudadano del cristiano.

El laico cristiano, no es “marioneta” del clérigo, no se aparta del mundo, ni es esclavo de éste.

El laico, como hombre, tiene espíritu y debe cuidar su cuerpo y su espíritu.

Precisa aunar lo natural y lo sobrenatural, lo material y lo espiritual,

Lo material queda espiritualizado al hacerlo con la intención de agradar.

 

Una persona mayor me decía: ¿por qué vienes a verme?

Le respondí: porque  en tu rostro veo el de Jesús

Había un estudiante que tenía en sus horas de estudio la fotografía de su novia con una dedicatoria:

“Para que puedas estudiar mirando mi retrato”

Entre lo uno y lo otro no hay oposición, sino composición

Hay que ir más a lo esencial, que a lo circunstancial

El término “vocación” se entendía como una llamada al estado monacal o al menos al clerical.

Esto no es acertado, pues los más son llamados al matrimonio, es decir, reciben una  vocación: “la santificación en  el mundo, en el trabajo ordinario.”.

Este enfoque de la espiritualidad abarca no sólo al entendimiento sino también al obrar

El cumplimiento de las obligaciones, ese trabajo pequeño y monótono es oración y camino de santificación

La santificación se encuentra en el cumplimiento dela DivinaProvidencia.

Dios nos ha situado en un tiempo, en un ambiente, con unos medios y con una misión.

Tenemos unos “deberes”, que debemos desarrollar

Tenemos que hacer lo que debemos y estar en lo que hacemos

No pretendamos  hacer obras, que no están en nuestras manos

A este comportamiento se califica: Misión cumplida

El cumplimiento de los deberes es ejemplarizante, es decir, es apostólico

En la espiritualidad laica y cristiana se encuentran muchas modalidades. Ser comprensivos y no excluyentes

Muchos son los caminos y más los caminantes.

Cada caminante siga su camino

La espiritualidad tiene sentido de servicio.

Lo que uno ha recibido, lo que valora, desea presentarlo a otros.

Para servir, para ser útil. “servir”

                                                 Madrid 24 de junio de 2012