ad sidera visus

Henry nació el 30 de junio de 1863 en Dearborn, Michigan.

Al terminar sus estudios secundarios se trasladó a Detroit, trabajando como aprendiz de mecánica, regresando poco después a su pueblo ocupándose en reparación de máquinas de vapor.

En 1888 se casó con Clara Jane Bryant con la que tendría un solo hijo, Edsel, el año 1891.

En este año entró como mecánico en la Edison Illuminating Company, en la que llegaría a ser ingeniero jefe.

 

Los tiempos libres los dedicaba a la construcción de su primer “coche sin caballos”, vehículo de cuatro ruedas accionadas por un motor de dos cilindros de cuatro tiempos, refrigerado por agua. Este vehículo no era una novedad, pues la Benz los fabricaba en Europa.

Lo novedoso fueron lo económico y duradero que satisfacían a la clase media.

En 1903 fundó la Ford Motor Company, con una participación del 25 por ciento de las acciones.

Él y sus socios, los hermanos Dodge, empezaron a cosechar los primeros éxitos y con ellos llegaron las diferencias de criterio. Los Dodge se inclinaban por modelos de lujo y alto precio, mientras que Ford proponía lo contrario, un coche sencillo, popular y sobre todo barato.

Ford compró la mitad de las acciones y los Dodge quedaron en minoría. Así pudo fabricar el Ford T, que salió a la venta en 1908.

En solo cinco años puso en las calles 25.000 unidades a un precio de 500 dólares, obteniendo beneficios superiores a los 11 millones de dólares.

El verdadero secreto del éxito de Henry Ford el haber sabido combinar tres factores, que revolucionaron la industria del automóvil y la mentalidad de la sociedad norteamericana.

El primero fue la normalización y la fabricación masiva de todas las piezas del automóvil, posibilitando el montaje en “cadena”

El segundo factor fue la concesión de unos elevados salarios a los trabajadores de sus factorías, con lo que vinieron a ser los principales clientes del Ford T.

Finalmente Ford estableció una tupida red de concesionarios.

A sus cuarenta años, Henry Ford no sólo  era el primer fabricante mundial de automóviles, sino uno de los hombres más ricos del país.

Aunque Henry era pacifista, llevando a cabo una campaña a favor de la paz, no dudó en poner todas sus factorías al servicio del gobierno, cuando comprendió que la guerra era inevitable.

En los años 1920 y 1921 se vivió una fuerte recesión, preludio de la crisis del 29, que Ford salvó reduciendo los precios del modelo T y lanzando el famoso tractor Fordson.

En 1922 compró la Lincoln Motor Company poniendo a su frente a su hijo Edsel con el objetivo de fabricar un modelo de lujo.

En 1927 Ford se vio obligado a suspender la producción del modelo T y a finales del año salió a la venta el Ford A y poco después el asombroso V-8. Henry Ford murió en abril de 1947