Clérigo, filósofo, teólogo, apologista y sociólogo
Jaime Balmes y Urpiá nació en Vic, Cataluña, el 28 de agosto de 1810.
En 1817 comenzó sus estudios en el seminario de Vich. Con tres cursos de Filosofía. En 1825 recibió en Solsona la “tonsura” de las manos del obispo de la ciudad. Siguió sus estudios en la Universidad de Cervera. El 20 de septiembre de 1834 fue ordenado sacerdote por el obispo D. Pablo de Jesús Corcuera. En el año 1835 recibió los títulos de Doctor en Sagrada Teología y de Bachiller en Cánones.
Impartió clases particulares y en 1837 el Ayuntamiento le nombró profesor de Matemáticas en Vich, que desempeñó hasta que en 1839 falleció su madre, Teresa Urpiá. Se trasladó a Barcelona pasados dos años y comenzó su tarea de escritor con artículos para diversos periódicos y componiendo obras publicadas como son:
La religión demostrada al alcance de los niños.
El Protestantismo comparado con el Catolicismo, en sus relaciones con la civilización.
Tras el fallecimiento de su padre, Jaime, en 1843 fue a Paris, donde conoció a quien seria León XIII, y luego a Bélgica. En el año 1845 publicó su mejor y más difundida obra El Criterio.
Otras publicaciones son:
Cartas a un escéptico en materia de religión
Filosofía Fundamental.
Filosofía Elemental.
Pio IX, opúsculo muy controvertido
Vindicación personal, desmontando todas las acusaciones recibidas y que se calificó como Autobiografía.
En 1847 se acusó su enfermedad, tisis pulmonar tuberculosa.
En mayo de 1848 se trasladó con sus hermanos a su ciudad natal, Vich, falleciendo el 9 de julio.
Pensamiento
Generalmente la filosofía de Balmes es entendida meramente como “filosofía del sentido común”.
Balmes divide la Verdad en tres clases irreductibles:
Verdades subjetivas, como afirmar que se tiene frio o sed.
Verdades racionales, de la lógica y matemática, que se afirman valiéndose de cualquier operación de este tipo.
Verdades objetivas, como afirmar que el cielo es azul o que el bosque tiene árboles.
Balmes entiende que la metafísica se basa en las tres verdades:
El principio de conciencia cartesiano es una verdad subjetiva
El principio de no contradicción es una verdad racional
El sentido común (instinto intelectual) es verdad objetiva
Balmes define tres criterios:
Conciencia, Evidencia e Instinto intelectual.
La Conciencia es aquello que se nota en el interior, lo que se piensa y experimenta, no tiene objetividad ni luz, es pura presencia.
La Evidencia tiene universalidad y necesidad lógica, aunque hay dos tipos de Evidencia: la “inmediata” y la “mediata”.
La evidencia inmediata, no requiere demostración, como por ejemplo “todo objeto es igual a sí mismo”
La evidencia mediata requiere demostración.
El Instinto Intelectual nos da la correspondencia entre la idea y la realidad. Trata de que existe lo que vemos, o que al menos existe una representación de lo que vemos