ad sidera visus

Leonardo hijo natural de una campesina, Caterina, y de Ser Piero, rico notario florentino.

A pesar que su padre se casó cuatro veces, solo tuvo once hijos en sus dos últimos matrimonios.

Leonardo fue criado como hijo único y con pleitos en razón de herencia paterna.

Percibiendo las cualidades de Leonardo su padre le mandó como aprendiz al taller de Andrea del Verrocchio, donde durante seis años aprendió técnicas de pintura y escultura

Leonardo era un joven agraciado y vigoroso que había heredado la fuerza física de la estirpe de su padre.

 

Tenía Leonardo una imaginación creativa particular maestría con el pincel.

Adoptó la novedosa técnica, procedente de los Países Bajos, de pintura al óleo, que permitía una mayor blandura en el trazo y una más profunda penetración en la tela.

En 1482 se presentó ante el poderoso Ludovico Sforza, hombre fuerte de Milán, donde permaneció diecisiete años como “pictoret ingenierius ducalis”. Su ocupación principal era la de ingeniero militar.

Estimulado por la dramática peste que asoló Milán a causa de hacinamiento y suciedad de la ciudad, proyectó espaciosas villas, hizo planos para canalizaciones de ríos, e ingeniosos sistemas de defensa ante la artillería.

Fecunda fue su amistad con el matemático fraile  franciscano, Lucas Pacioli, que publicó su tratado de la Divina proportione, ilustrada por Leonardo.

El ideal del saper vedere guió todos sus estudios sobre pintura, arquitectura, mecánica, anatomía, botánica, hidráulica, fundiendo arte y ciencia.

La hermandad de la InmaculadaConcepciónle contrató en 1483 para realizar una pintura en la iglesia de san Francisco y Leonardo emprendió la celebérrima obra, la Virgen de las Rosas.

De esta época son el retrato de Ginevra da Benci y La belle perroniere.

Hacia 1498 Leonardo finalizaba una pintura mural, la última cena, para el refectorio del convento dominico de Santa María dalle Grazie, que se convertiría en su definitiva consagración pictórica.

A finales de 1499 los franceses entraron en Milán, Leonardo abandonó la ciudad y llegó a Venecia que ante la amenaza de los turcos dueños de la costa dálmata, la Signoria contrató a Leonardo, ingeniero militar, para establecer las fortificaciones.

En poco tiempo proyectó diversos artefactos, que por varios motivos no pasaron a su realización.

En abril de 1500 Da Vinci entró en Florencia tras veinte años de ausencia y César Borgia le encomendó proyecto de puentes y nuevas armas.

En 1501 había causado admiración con su Santa Ana, la Virgen y el Niño. Cumbre de la etapa Florentina fue el retrato de Mona Lisa

La mítica Gioconda ha inspirado infinidad de libros y leyendas y hasta una ópera. La “enigmática sonrisa” dela Gioconda es uno de los puntos más admirados y comentados en la pintura.

De este cuadro, no se sabe a quién representa, ni quien lo encargó,

Lo que se conoce es que Leonardo se lo llevó a Francia y lo vendió por cuatro mil piezas de oro al rey Francisco I.  

En 1503 Florencia se encontraba en guerra con Pisa y Leonardo concibió desviar el río Arno por detrás de la ciudad enemiga cercándola y contemplando la construcción de un canal como vía navegable que comunicase Florencia con el mar.

Todo quedó en proyecto    

Ante sus inquietudes Leonardo no dudó en 1506 abandonar Florencia para acogerse a la invitación del gobernador francés de Milán, Charles d´Amboise, como arquitecto y pintor de la corte.

Gian Giacomo Tivulzio, nuevo hombre fuerte de Milán, encargó a Leonardo el “gran caballo”, estatua funeraria para su tumba.

La inestabilidad política de Milán en 1513 empujó a Leonardo para marchar a Roma y alojarse en casa de Giulano de Médicis, hermano del nuevo Papa León X.

En el Vaticano vivió una etapa de tranquilidad, con sueldo digno y sin grandes obligaciones.

Con la muerte de Giulano en 1516 Leonardo dejó Italia pasando los tres últimos años de su vida en el palacio de Cloux como pintor, arquitecto y mecánico del rey.

El gran respeto que Francisco I le dispensó hizo que Leonardo pasase esta última etapa de su vida más bien como un miembro de la nobleza que como empleado de la casa real.

A partir de 1517 su salud comenzó a desmejorar, su brazo derecho quedó paralizado.

El 2 de mayo de 1519 murió en Cloux