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La Galia

¿Quiénes fueron los primeros en llegar? Quizá fueron los Fenicios Posteriormente se tienen datos de la llegada de los Griegos a la Galia meridional. Los Íberos, llamados Aquitanos habitaban en la falda de los Pirineos. Massalia, más adelante se denominaría Marsella, seria centro comercial, se levantaron fortalezas, se grabaron medallas con la "rosa" de Rodas y el "león" de Marsella, Los antiguos, llamaron "Celtas" a los pueblos que habitaban en el Occidente y Norte del Continente, llamado hoy Europa. Con el tiempo los "celtas" que habitaban en la Galia se les llamarían “Galls” o "Galos". Todos estos pueblos son presa de un movimiento continuo y desordenado, que cambian de residencia, de vecindad, desaparecen de un punto para reaparecer en otro.

 

Los  galos fuera de la Galia

Cerca de 300 años antes de J.C., numerosas bandas de  galos  atravesaron los Alpes y penetraron hasta los centros de Etruria, hoy Toscana. Los Etruscos, en guerra con los Romanos les propusieron se quedaran a su servicio y con sus armas. Los galos aceptaron a condición de recibir tierras. Los galos marcharon en todas direcciones a fin de encontrar tierras y víveres. Atravesaron los Pirineos y llegaron en dirección Oeste hasta la tierra que hoy se llama Galicia, y en dirección Sur hasta  la Andalucía de hoy. Se fusionaron con las gentes de las tierras dando origen a los pueblos que llamamos "Celtíberos" Otras bandas de Galos se dirigieron hacia el Este del Continente llegando a Macedonia. Fueron detenidos por los griegos en el desfiladero de las Termópilas. Los Galos sufrieron una total derrota y los que murieron quedaron confinados y aislados constituyendo el pueblo de los Gálatas Bandas Galas pasaron los Alpes recorriendo las tierras Itálicas fundando campos atrincherados, que darían origen a ciudades como Milán, Brescia, Verona y Bolonia. Al cabo de diez años los galos se retiraron a sus tierras la Galia. Los romanos no conformes con haber contenido a los galos decidieron conquistar su territorio formando "colonias romanas", que denominaría "Galia romana" De momento dejo de lado los capítulos: Los Romanos en la Galia y la Galia bajo la dominación romana.

Los Germanos en la Galia. Francos y Clodoveo

Tribus de raza germánica, llamadas "Francos" es decir, hombres libres hacían frecuentes incursiones en la Galia, aliándose de un modo más o menos pasajero con el gobierno imperial. Una banda de Francos marchó sobre la Galia y arrasando todo llegó hasta la Marca Hispánica, pero los emperadores romanos los vencieron y forzaron su asentamiento en la Galia. Llegaron los Hunos a la Galia el año 451. Al frente de ellos venia su rey Atila, que había mostrado su ferocidad y obtenido triunfos sobre el imperio de Oriente. En el mes de junio del mismo año, cerca de Chalons-sur-Mame, se encontraron el emperador Teodorico y Atila. Este quedó derrotado y la Galia libre de los Hunos. Esta fue la última victoria del imperio romano en esta región. Los galos se asentaron de manera tal que con su caudillo Meroveo dieron origen a la dinastía "Merovingia". Childerico, hijo de Meroveo, fue el padre de Clodoveo, que inició su reinado en 481. Clodoveo tenía a la vez instintos pacientes y brutales, sabía soportar un desprecio y ejercer a tiempo su venganza. Tuvo Clodoveo deseos de casarse, poniendo sus ojos en una joven, hermosa, prudente, bien instruida, de familia real germana, pero su situación era triste pues su padre Chilperico y sus hermanos habían sido asesinados. Clotilde vivía poco menos que desterrada en Ginebra, entregada a obras pías y de caridad A fines del siglo V, el casamiento de Clodoveo con Clotilde era tema importante para los bárbaros y para los galo-romanos, pues Clodoveo y los Francos eran todavía paganos, los Borgoñones arríanos y Clotilde católica. ¿De qué lado se pondría Clodoveo? Clotilde tuvo un hijo, al que se bautizo con el consentimiento del padre. El recién nacido murió pronto y Clodoveo lo achacó al haber sido bautizado Clotilde tuvo un segundo hijo, que también fue bautizado y cayó enfermo. Clodoveo afirmaba que este hijo seguiría el camino de su hermano, pero no fue así, sino que se le pasó la enfermedad. Clodoveo se apaciguó. Tribus germánicas atravesaron el Rin y asolaban las tierras. Clodoveo salió a cortarles el paso, y encontrándose en crítica situación recurrió al Dios de su mujer implorando: "Si me das la victoria sobre mis enemigos, creeré en ti y me haré bautizar. Cambió la suerte, los Francos recobraron confianza y valor, los enemigos fueron vencidos. El día de Navidad de 496 fue bautizado por el obispo Remigio, que le dijo: “Baja la cabeza con humildad, Sicambro; adora lo que has quemado, quema lo que has adorado". Las hermanas de Clodoveo, Albofleda y Lantechilda, recibieron también el bautismo.

El emperador de Oriente, Anastasio, envió a Clodoveo una embajada con los títulos de "Patricio" y "Cónsul". Clodoveo vistió toga de púrpura, ciñó la diadema, fue llamado Cónsul y Augusto, regresó a París, donde fijó la corte de su reino. Tenía Clodoveo la idea de someter a todas las tribus Francas, como los Ripuarios, los de Terouanne, los Francos de Cambrai y los Francos del Mans. “Eliminados” los reyes de estas tribus, quedó Clodoveo como único rey de los Francos. El año 511, último de su vida, reunió el concilio de Orleans, en el que se concedieron a la Iglesia grandes privilegios, uniendo íntimamente a la Iglesia con el Estado. El 27 de noviembre de 511 murió Clodoveo en París. Fue enterrado en la iglesia de San Pedro y San Pablo, hoy de Santa Genoveva, que fundó su esposa, la reina Clotilde. En medio de tantos vicios y crímenes, que al menos toleró, se deben a Clodoveo dos centenarias obras la instauración de la monarquía francesa y la introducción de la fe cristiana. Durante dos siglos no se encuentra ningún otro que se le parezca, ente los Merovingios descendientes de Clodoveo.

Los Merovingios

La dinastía Merovingia es pobre y obscura en su principio y en su fin, pues sus antepasados, como Meroveo, de quien recibió el nombre, y Clodión apenas llegan a ser personajes históricos. Bajo la denominación de "reyes holgazanes", figuran los últimos Merovingios. Sólo Clodoveo, en medio de sus vicios y crímenes, fue bastante ilustre y llevó a cabo bastantes hechos memorables para perpetuar su recuerdo a través de los siglos. Desde 511 al 752, es decir, desde la muerte de Clodoveo al advenimiento de los Carlovingios, la dinastía merovingia reinó doscientos cuarenta y un años y durante ese tiempo veintiocho reyes ocuparon el trono. Cinco de estos reyes: Clotario I, Clotario II, Dagoberto I, Thierry IV y Childerico III fueron únicamente los que, en diversos momentos, reunieron bajo su mando todos los Estados poseídos por Clodoveo.. Después de la muerte de Clodoveo sus Estados fueron repartidos entre sus cuatro hijos: Teodorico rey de Metz, Clodomiro de Orleans, Childeberto I de París, y Clotario I de Soissons. Entre sí lucharon a muerte. Los reyes merovingios fueron tan ambiciosos y lúbricos como crueles. En medio de tales pasiones y semejantes costumbres la traición, el asesinato, el veneno, eran los procedimientos usuales de la ambición, de la avaricia, del odio, de la venganza y del miedo. Ocho reyes o herederos merovingios murieron degollados.

Dagoberto I fue más activo, menos cruel, más prudente, más capaz de gobierno y más serio de todos los merovingios después de Clodoveo Dagoberto fue verdaderamente el último rey merovingio, pues desde 638 al 752 hubo doce príncipes de esta familia que llevaron el nombre de reyes.

Los mayordomos en palacio, los Pipinos y el cambio de dinastía

Los Merovingios holgazanes llevaron a los mayordomos de los palacios de  Francos, Neustrios y Austrasianos a percatarse de la necesidad de un poder, que actuase con inteligencia y energía, en favor de los pueblos. En el siglo VI pueblos bárbaros: Avaros, Tártaros, Búlgaros, Eslavos se dirigieron de la parte oriental a la occidental del Continente.

Los Francos tenían que luchar contra los nuevos invasores Entre los Francos de Austrasia se distinguía una familia por sus dominios, sus éxitos en las luchas y el nombre de su primer jefe, Pepino de Lauden, llamado el "Viejo".  Su nieto, Pepino de Heristal, fue no sólo mayordomo de palacio sino verdaderamente soberano de Austrasia y de todo el Estado franco, sin tomar el título rey era públicamente el duque. Durante su larga dominación mantuvo el Estado franco como dique frente a las tribus germánicas. Comprendió la gran importada que para el reino franco tendría la conversión al cristianismo de los pueblos germánicos del otro lado del Rin, secundó el celo del Papa y de los misioneros irlandeses.

Pepino se casó con Plectrudis a la que repudió y se unió con Alpaida de la que tuvo dos hijos: Carlos y Childebrando. El primero destacaba por su capacidad y valentía. A la muerte de Pepino la viuda, Plectrudis, logró que Carlos fuera metido una prisión. Los Austrasianos le liberaron y le proclamaron duque de Austrasia. Este Carlos será el célebre Carlos Martel que  al frente de los Austrasianos derrotó a los Neustrios, venció a los Frisones y Sajones, reprimiendo toda tentativa de invasión del territorio franco. Se hizo reconocer por la viuda de su padre Plectrudis.

Carlos Martel gobernó gloriosamente y salvó el Estado franco. En el año 710 entraron en la Galia meridional los árabes bajo el mando del valiente caudillo Abderraman y pusieron sitio a Tolosa. Los árabes eligieron otro jefe, Al-Zamah y se enfrentaron con los Aquitanos mandados por el duque de Aquitania, Eudes. Empeñada la lucha el jefe árabe quedó muerto y los árabes derrotados.

La vía romana, entre Carcasona y Tolosa, donde se produjo el encuentro, quedó sembrada de cadáveres, que los cronistas árabes llaman Calzada de los mártires. A comienzos del siglo VIII hay frecuentes enfrentamientos entre la Galia meridional y la Hispania musulmana, entre la Septímania y la Aquitania. Entre el duque de los Francos, Carlos, y el de Aquitania, Eudo. De esta época es el desastre del llamado "Paso de Roncesvalles", que leemos en el poema "La Canción de Rolando"

Abderraman, gobernador general de Hispania musulmana, marchó a la Galia y tomó al asalto Burdeos. Ocupando y arrasando las tierras entre el Garona y el Loira. Continuó hacia la ciudad de Tours Ante la aproximación de los Francos, mandados por Carlos, Abderraman se replegó hacia Poitiers Se iba a producir el enfrentamiento entre Occidente y Oriente, entre el Evangelio y el Corán. Abderraman al frente de su caballería cargó sobre los Francos, que resistieron y contraatacando entraron en el campamento árabe. En la lucha perecieron gran número de árabes e incluso el mismo Abderraman, los demás en precipitada retirada abandonaron el campo. La victoria de Poitiers el año 732 es memorable y Carlos Martel el que venció. El año 737 expulsó a los árabes de Septimania, tomó Marsella, ocupó la Provenza, incorporó la Galia meridional al Estado franco, dando origen a la que se llamaría Francia. Carlos Martel mantuvo una relación prudente e independiente con el papado. Murió el año 741 a la edad de 52 años Cometió el error de dividir el Estado que había formado entre sus dos hijos: Pepino el "Breve" por su corta estatura y Carlomán. A pesar de la división de tierras trabajaron juntos. En 746 Carlomán se retiró a un convento dejando sus Estados a su hermano Pepino, que se encontró como único heredero de la herencia de Clodoveo. En el año 752 Pepino fue proclamado rey de los Francos y dos años después el Papa Estaban II lo consagró con el óleo santo, para honrar la dignidad real. Confirió el mismo honor a los dos hijos del rey: Carlos, que llegaría a ser "Carlomagno" y Carlomán

De los territorios conquistados por Pepino la parte que donó a favor de los Papas constituyó el Estado Romano que daba independencia temporal al papado. Pepino murió el 18 de septiembre de 768.

En un accidente inesperado en 771 murió Carlomán, quedando nuevamente restablecida la unidad de los territorios bajo el único rey de la monarquía galo-franco-germánica.

Carlomagno, sus guerras y su gobierno

Carlomagno aspiró y consiguió alcanzar la grandeza bajo todas sus fases: grandeza militar, política e intelectual. Fue un hábil guerrero, un legislador activo, un héroe poético y reunió y desplegó todos estos méritos en un tiempo de barbarie general y monótona. Realizo expediciones a Germanía, Italia e Hispania.

Desde el 769 al 813 Carlomagno sostuvo 31 campañas contra Germanía, 5 contra Italia, 12 contra musulmanes de Hispania, 2 contra griegos y 3 en la misma Galia. Carlomagno consideraba que la conquista de Sajonia y su conversión al cristianismo era necesaria para asegurar lo conquistado por las armas. Venció en Sajonia al duque Wittikind al que amnistió, le nombró duque de Sajonia, a condición de  renunciar a la lucha y conversión  al cristianismo. Sajonia quedó incorporada al Estado Franco. Carlomagno no abandonó la elevada dignidad de protector del papado y de patricio de Roma. Rápido triunfo obtuvo en Italia ante la llamada del Papa. Carlomagno había perseguido a los Hunos y a los Eslavos hasta los límites del imperio de Oriente y a los Sarracenos hasta las islas de Córcega y Cerdeña

En el año 781 el Papa pidió ayuda a Carlomagno, éste acudió acompañado de sus dos pequeños hijos: Pepino y Luis, que sería Ludovico Pió.

Nuevamente, en 799, hubo de responder Carlomagno a las llamadas del Papa. Una vez apaciguada la situación, el Papa León puso sobre la cabeza de Carlomagno la corona mientras exclamaba ¡Salud y victoria a Carlos Augusto, coronado por Dios, grande y pacífico emperador de los Romanos! Desde entonces, dejando el nombre de patricio, llevó el de “emperador y augusto”  Para gobernar tan vasto Estado que se extendía desde el Elba al Ebro, desde el mar del Norte al Mediterráneo ocupado por pueblos distintos y extraños unos a otros. Se sirvió de dos clases de agentes. Unos locales y permanentes y otros enviados del centro y movibles. Entre los primeros se encuentran los "títulos", los magistrados nombrados por el emperador, los señores dueños de tierras o vasallos del emperador. Los "missi dominica", enviados temporeros fueron el principal medio de orden y de administración del territorio. En cuanto al gobierno central tenían gran importancia las "asambleas generales" que examinaban y redactaban las leyes llamadas "capitula" El gobierno de Carlomagno fue un gobierno personal, prudente, hábil y grande.

Carlomagno fue un conquistador y un déspota, pero por sus conquistas y su poder personal salvó, durante 46 años, a la sociedad galo-franca de las invasiones bárbaras del exterior y de la anarquía interior. Este es el carácter de su gobierno y el título de su gloria. Carlomagno prestó particular atención a las personas ilustradas y por los estudios. En palacio formó la llamada "academia de palacio" con lecciones sobre gramática, retórica, lógica, astronomía, geometría y hasta sobre teología. Después de tantas guerras y fatigas se refugió en Aquisgrán, que procuraba embellecer y practicaba la equitación y la caza. Tomo las medidas que consideró convenientes en relación con el gobierno. Redactó su testamento, más de una vez. Perdió el año 810 a su segundo hijo y al siguiente a su primogénito. Llamó a su lado al tercero de los hijos, Luis, que sería su sucesor  Convocó una asamblea general a la invitó a reconocer como rey-emperador a su hijo Luis. En agosto de 813, Carlomagno coronado fue con su hijo a la catedral de Aquisgrán, puso sobre el altar otra corona, le dirigió unas palabras y le preguntó si estaba dispuesto a cumplir sus deberes como emperador. Respondió afirmativamente y entonces le mandó tomase la corona y se la pusiera sobre la cabeza. Ahora Carlomagno proclamó a su hijo emperador. Continuó Carlomagno con sus costumbres, entre estas la de ir de caza y en enero de 814 se apoderó de él un mal, una "pleuresía", de la que no se repuso y el 28 de enero de 814 murió, a la edad de 71 años. Carlomagno trató de ser al mismo tiempo Cesar, Augusto y Constantino pareciendo haber triunfado, pero esta apariencia se desvaneció con él, pues la unidad del imperio y el poder absoluto del emperador se hundieron en su tumba. Su obra ha sido duradera y provechosa para la civilización Occidental. Alejandro helenizó el Oriente y Carlomagno latinizó el Occidente

Decadencia y fin de los Carlovingios

Desde la muerte de Carlomagno hasta el advenimiento de Hugo Capeto, es decir, desde 814 al  987, trece reyes se sentaron en el trono de Francia. Los Normandos efectuaron 47 incursiones en tierras francas, siendo famoso el caudillo normando Hastings

Dejaron los Normandos sus correrías y devastaciones al serles concedida unas tierras que debían cultivar siendo vasallos del rey franco.

Luis, Ludovico Pió, al subir al trono cometió un error grave y comprometedor, como tenía tres hijos: Lotario, Pepino y Luis, propuso a la asamblea asociase al imperio a Lotario y reyes a Pepino y Luis.

El año 816 el Papa Estaban IV vino a Francia y consagró emperador a Ludovico Pío.

La emperatriz Hermengarda falleció y Luis manifestó su deseo de abdicar y retirarse a un convento, pero le hicieron desistir y le convencieron para que se casara con una joven hermosa, Judiht, de poderosa familia de Baviera. En 823 tuvo la emperatriz un hijo, que llamó Carlos y sería conocido como "Carlos el Calvo".

A petición de Judith, Luis donó parte de los territorios, que había asignado a sus hijos, al joven Carlos. Los tres hermanos no aceptaron este cambio, dando pie a rivalidades entre padres e hijos y de éstos entre sí. En el año 838 murió de repente el segundo hijo, Pepino, con lo que quedó reducido el número de los contrincantes. En la asamblea convocada en Worms en 839 estableció Luis un nuevo reparto: la parte oriental de Baviera para su hijo Luis, y todo el resto a partes iguales entre Lotario y Carlos.

El 20 de junio de 940 se apoderó del emperador Luis una terrible calentura que le causó la muerte. Antes de morir perdonó las rebeldías de sus hijos y les recomendó la armonía, pero pocas fuerzas tienen los ruegos de los moribundos ante las violentas pasiones y las costumbres bárbaras. Durante tres años hubo luchas a muerte entre los partidarios de Lotario, Luis y Carlos. En agosto de 843 se reunieron los tres en Verdún y acordaron un reparto de los territorios. Así desapareció la pretensión de Carlomagno restablecer el imperio romano en manos de los Francos, en su lugar se formaron tres reinos, distintos e independientes, habitados por pueblos de raza, idioma y costumbres sumamente diversas

Entre los once reyes carlovingios que sucedieron solamente Luis III, Carlomán, Luis de Ultramar y Lotario se mostraron activos y decididos. Los Carlovingios no terminaron como los Merovingios, en el retiro de un claustro o en la vergonzosa inercia, pues aún a Luis V, el último de ellos, le sobrevino la muerte preparándose para una expedición contra los Sarracenos de Hispania La verdad es que estos reyes Carlovingios fueron indolentes e indecisos, que se dejaron llevar, sin iniciativa ni resistencia, tanto en el interior como en el exterior, por la corriente de los sucesos. La caída de la dinastía carlovingia, en 987, fue la consecuencia natural del nuevo estado social que se preparó bajo el pretendido imperio.

La Francia feudal y Hugo Capeto

Con el cambio de siglo, del IX al X, los Carlovingios dieron paso a los Capetos. Por la caída de los imperios: romano y de Carlomagno, los pueblos volvían a las rudas e indómitas libertades bárbaras. Los hombres se consideraban libres, compañeros unos y de otros, pero no miembros de una comunidad. Pero abandonaron la vida trashumante para asentarse, repartirse y cultivar las tierras que ocupaban, dando origen al estado "feudal". Estas propiedades de tierras suponían  dominio sobre los que las trabajaban.

Por el vasallaje de los señores feudales al rey del entorno, éste les encomendaba servicios de armas y les concedía derechos hereditarios. El "feudalismo" era un gobierno despótico que no tenía que dar cuenta a nadie. El señor feudal no está, como los reyes, alejado de sus subordinados, para exigirles sin tratarles. El estado imperial decae y el feudal se eleva. El 27 de mayo de 987 murió Luis V, "el Holgazán" sin dejar herederos, hubieron de reunirse los grandes de la Galia para escoger al más distinguido por su nobleza y nombrarle sucesor del rey fallecido

Por unanimidad fue elegido el duque Hugo, que fue coronado el día 1 de julio de 987. Hugo quiso dejar asegurada la sucesión al trono de su hijo Roberto, reunió a los grandes en la basílica de Santa Cruz y entre las aclamaciones del pueblo fue coronado Roberto y establecida la dinastía de los Capetos

Carlos de Lorena, emparentado con los carlovingios, se opuso reclamando sus derechos sin nada conseguir, murió en 992. Algunos señores feudales se negaron a reconocer a Hugo Capeto. Uno de éstos, el conde de Perigord, al preguntarle Hugo ¿Quién te hizo conde? Le respondió: ¿Quién te hizo rey?

Hugo Capeto murió en octubre de 996 y la corona pasó a Roberto y de éste a sus sucesores.