- Escrito por: Fco. Javier Barandiarán Allende
El “Tiempo” lo definela Academiadela Lengua:
Como duración de los seres sujetos a cambio.
San Agustín escribió en su obra “Las Confesiones”:
Si nada pasa no habría “tiempo”
El “Tiempo” es la continua sucesión de momentos.
Analógicamente es semejante a una línea recta, sucesión continua de puntos hasta terminar por no haber más puntos.
- Escrito por: Fco. Javier Barandiarán Allende
Cada uno es como es... diferente a otro. Las diferencias son manifiestas: unos altos otros menos e incluso bajos, de mente clara u oscura, cultos e incultos, laboriosos y gandules, ricos y pobres. Cada uno tiene su familia, su formación, sus pensares y sus pesares.
Estas diferencias son inevitables y no pretendamos uniformarlas. No queramos ser como fulano o que éste sea como yo.
Es acertado apreciar las buenas cualidades que otros tienen y procurar alcanzarlas.
Estas diferencias, como los colores en los cuadros, dan vistosidad al panorama
No se podría enseñar, si todos supieran; ayudar al desvalido, si todos se valieran; visitar al enfermo, si todos estuvieran sanos; dar limosnas, si no hubiera pobres; no tendría sentido discutir, si todos pensasen del mismo modo.
- Escrito por: Fco. Javiere Barandiaran Allende
Cultura, vida de la inteligencia, opción por la belleza, estilo y elegancia, amor a la palabra, sentido del humor, el don de la amistad, la honestidad... son algunos de los aspectos que aborda Juan Luis Lorda, ingeniero, sacerdote y profesor de la Universidad de Navarra, en su libro "Humanismo - Los bienes invisibles".
De su lectura entresaco algunos párrafos que me han llamado más la atención. Espero que sean de vuestro provecho.
Por “Humanismo” se entiende el “cultivo” del ser humano.
El humanismo no es un conjunto de recetas, sino un ideal de formación
“Lo esencial es invisible a los ojos”, Antoine de Saint-Exupery
Los bienes invisibles son luminosos, netos, inmateriales, capaces de abrir horizontes y dar belleza a la existencia.
Tienen mucho de don gratuito
El pago de los bienes del espíritu son ellos mismos
- Escrito por: Javier
Dos verdaderos y leales amigos eran Anselmo y Lotario. Ambos con desahogada posición. Anselmo inclinado a los amoríos y Lotario a las cacerías. Desde tiempo, todos los dias se encontraban
Un día Lotario aconsejó a su amigo pasase de amoríos a su matrimonio con la lucida y bella Camila. Anselmo enamorado de la belleza, riqueza y cualidades de Camila vino a contraer matrimonio con ella. De vuelta del viaje de novios, Lotario acudía a la casa de Anselmo todos los días a la hora de la comida, pero poco a poco las visitas se distanciaban, pues los casados se cansan de visitantes. Anselmo conocía la honestidad y fidelidad de Camila, pero impertinente quiso tener una prueba de su convencimiento y solicito a Lotario que “echara los tejos” a su esposa por si caía.
Tanto insistió Anselmo que Lotario le respondió: Si no dudas de la honestidad y fidelidad de Camila que necesidad tienes de comprobarlo.
- Escrito por: Javier
No todas las hermosuras enamoran; que algunas enamoran la vista y no rinden la voluntad, que si todas las bellezas enamorasen y rindiesen, sería un andar las voluntades confusas y descaminadas sin saber en cual habían de parar.
A que me améis os mueve mi hermosura, y por el amor que me mostráis, decís, y aún queréis que yo esté obligada a amaros.
La que es amada por hermosa no está obligada a amar a quien le ama.