Trabajo
El trabajo es una actividad operativa del hombre.
El hombre fue creado ut operaretur, para trabajar en el Paraíso sin fatigas ni sudores, pero esta situación la perdió al desobedecer el mandato de Dios. Ahora tendría que trabajar y sudar trabajando.
El hombre necesita trabajar para obtener los bienes que precisa para la propia vida, la de su familia e incluso para la sociedad. “Quien no trabaje, no coma”.
Además de esta primordial condición, en el trabajo se deben dar otras motivaciones: la realización de una obra buena, con perfección y útil; la propia realización, es decir, satisfacción.
Patrimonio
Patrimonio es el conjunto de bienes que se poseen. Estos bienes unos los recibimos y otros los alcanzamos por nuestro esfuerzo.
Así al nacer recibimos la vida, un gran bien. Vida que comienza en una época, en una tierra, en una familia, en una civilización cristiana. Mediante nuestro esfuerzo podemos alcanzar bienes de conocimientos, de amistades (un buen amigo es un tesoro), bienes materiales.
Todo bien de este patrimonio, como “bien” debemos cuidarlo, guardarlo (para no perderlo), incrementarlo si nos es posible y difundirlo.
Los bienes materiales tienen alcance limitado.
Los bienes espirituales, “bienes del espíritu”, son patrimonio del espíritu y por tanto tienen mayor alcance, incluso trascendente. La trascendencia sacia sin saciar...
Iluminismo
Empleo el término “iluminismo”, no en su sentido filosófico, la razón (la diosa razón) puede dominar el mundo, sino como deslumbramiento por excesiva luminosidad.
Los bienes visibles nos deslumbran con sus atractivos rayos, que como estrellas fugaces, tan pronto aparecen como desaparecen Con ese deslumbramiento quedamos cegados mentalmente para apreciar bienes invisibles, como el amor o la eternidad Los bienes visibles, como bienes, estan muy bien pero son pasajeros no tienen la permanencia de los invisibles.
El amor no tiene tiempo, como no lo tiene la eternidad.
La crisis actual
La crisis actual es una “crisis de valores”, en otras palabras, se han invertido los términos:
Más tener que más ser. Gastar más que ahorrar. Ganar más y menos trabajar. Más abundancia y menos sobriedad. Amistades interesadas más que sentidas. Bien personal y lo de menos el bien común. Ideologías en lugar de ideales. Desvergüenza y poca vergüenza. Más comunicación para más aislamiento. Aprecio por el alto precio y no por aprecio. Procurar más comodidad y no acomodarse a la realidad. Hablar mucho y decir poco. Poner la crónica como historia. Temporalidad es lo que cuenta y no se cuenta con Eternidad El hombre es portador de valores eternos.
Vicios más que virtudes: Soberbia y no Humildad; Avaricia más que Generosidad; Pereza en lugar de Diligencia; Gula por Templanza; Ira y no Paciencia; “Desenfreno” y menos “Freno”
Se han dado de lado los verdaderos “Valores”: Lealtad; Amistad; Sinceridad; Laboriosidad; Generosidad; Sociabilidad; Honradez; Hombría; Decencia; Cortesía. Tradición; Patria; Matrimonio; Familia.
Para superar la actual crisis, para que haga “crisis”, sólo se necesita recuperar el valor de los “Valores”
El Tesoro de la Fe
La Fe es un tesoro, ya que por la Fe el hombre alcanza, lo que con la razón no puede alcanzar. Por la Historia conocemos la figura histórica de Jesús de Nazaret, que con palabras y obras de hombre enseña al hombre lo que es “el hombre”.
El hombre es un ser que fue creado, como todo lo existente por un Creador. Solo el Ser Subsistente es capaz de dar “existencia”. El hombre fue creado con una naturaleza de materia cuerpo y otra no material espíritu. Por ese espíritu aspira a una completa e indefinida felicidad.
Por la razón la vida termina con la muerte. A este pensamiento se opone el espíritu, que como no materia, permanece. Esto viene poniéndose de manifiesto en los mausoleos y en las sencillas tumbas
Si las calaveras fueran como colillas de pitillos, se tirarían. ¿Qué sentido tiene guardar fotos y recuerdos de lo perdido? ¿A qué viene ir a funerales por quien no existe? ¿A qué viene un minuto de silencio por el reciente fallecido, sino es pedir por su estado actual?
Como la vida tiene un alcance transcendente, razón es plantearse la vida con miras al posible destino. Jesús de Nazaret es el Camino, la Verdad y la Vida. La doctrina cristiana no es un código de prohibiciones, sino una ética humana llena de agradecimiento, justicia y amor.
Menos escribir y más exponer
- ¡Alerta, joven!
- Ver y mirar – Oír y escuchar
- Herencia
- Aprender a vivir